HIPERLIPOPROTEINEMIA EN PERROS

El término hiperlipemia se refiere a un aumento de la concentración de lípidos (i.e. triglicéridos, colesterol o ambos) en la sangre (suero o plasma). 

Cuando hay una mayor concentración de triglicéridos en la sangre se conoce como hipertrigliceridemia, mientras que una mayor concentración de colesterol en la sangre se conoce como hipercolesterolemia. 

Debido a que tanto los triglicéridos como el colesterol se transportan en la sangre combinados con proteínas específicas llamadas apoproteínas o apolipoproteínas (el complejo lipídico-proteína se conoce como lipoproteína), por lo tanto el término hiperlipoproteinaemia se utiliza a menudo indistintamente con el término hiperlipidemia. 

El término lipemia se utiliza para describir una apariencia turbia o lactescente muy visible del suero o plasma.

La lipemia es el resultado de hipertrigliceridemia moderada y grave, pero no hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia leve. 

Finalmente, el término dislipidemia es un término más general que describe no sólo aumentos en las concentraciones de lípidos en sangre, sino cualquier tipo de alteración en las características de los lípidos y/o lipoproteínas.

Hay diferentes grados de hiperlipemia, algunos de ellos son leves y se pueden curar con un cambio en la dieta, pero otros tipos pueden ser letales para la mascota.

Los perros Schnauzers miniatura y Beagles parecen ser propensos a esta enfermedad. 

La hiperlipoproteinemia es un trastorno donde un defecto en el metabolismo de las lipoproteínas provoca un exceso de grasas y lipoproteínas en el torrente sanguíneo de su perro.

Dependiendo de la gravedad de la afección, se pueden presentar diversas complicaciones: 

-Manchas o lesiones amarillas de color rosa en la piel (conocidas como xantomas). 

-Dolor abdominal intenso cuando come cualquier alimento graso. 

-Masas firmes que se desarrollan en los tendones de las extremidades. 

-Pérdida del apetito. 

-Fiebre.

-Disminución en la visión.

-Trastornos hepáticos. 

-Obstrucción de arterias.

-Obesidad.

-Convulsiones.

-Pancreatitis.

Tipos:

 Hay varios tipos de hiperlipoproteinemia que van desde leves a extremadamente graves. 

Tipo 1; Se caracteriza por dolor abdominal intenso al comer alimentos grasos. 

Tipo 2; Las masas firmes se forman en los tendones de las extremidades y pueden causar cardiopatía coronaria prematura.

Tipo 3; Relacionado con la dieta y la obesidad, y puede conducir a la diabetes. 

Tipo 4; Dolor abdominal, depresión, vómitos.

Factores predisponentes:

-Un aumento en la absorción de colesterol o triglicéridos después de comer una comida cargada de grasa. 

-Defecto dentro de las enzimas que degradan lípidos. 

-Mal funcionamiento en las proteínas portadoras de lípidos.

-Obesidad.

-Condiciones digestivas heredadas.

-Diabetes.

-Hiperadrenocortisismo.

-Hipotiroidismo. 

-Enfermedad renal progresiva.

-Linfoma

-Colestásis

-Insuficiencia hepática.

El tratamiento de la hiperlipoproteinemia secundaria se basa en el tratamiento exitoso del trastorno subyacente. 

La resolución de la hiperlipoproteinemia secundaria después del tratamiento de la causa siempre debe confirmarse mediante pruebas de laboratorio (normalmente 4 a 6 semanas después del inicio del tratamiento de la enfermedad primaria y periódicamente después). 

Si la hiperlipoproteinemia no se ha resuelto, se debe considerar otra causa subyacente, terapia alternativa o adicional, o hiperlipemia primaria concurrente. 

En algunos perros con hiperlipoproteinemia secundaria, especialmente aquellos con hiperlipoproteinemia debido a la diabetes mellitus, podría ser difícil controlar de manera óptima su enfermedad primaria, y por lo tanto, la hiperlipoproteinemia podría persistir a pesar del tratamiento

Todos los tipos de hiperlipoproteinemia en los perros requieren un estricto control dietético, el manejo cuidadoso de cualquier diabetes y el seguimiento de la ingesta total de grasa. 

Se necesitan cambios importantes en la dieta de su perro para reducir el contenido de grasa (a menos del 10% de contenido de grasa) para evitar que esta condición empeore. 

Una dieta baja en grasa se recomienda y debe consistir en aproximadamente la mitad de carbohidratos, y la mitad de carne baja en grasa, huevos y lácteos. 

Los carbohidratos almidonados como el arroz y la avena son los mejores para mantener baja la densidad calórica. 

La carne debe ser de variedades bajas en grasa, las carnes como la del venado y el conejo o incluso el pavo son opciones bajas en grasa, mientras que el cordero y el cerdo son bastante altos en grasa y toman mucho más tiempo para digerir y procesarse en el cuerpo. 

El objetivo es hacer la digestión tan fácil como sea posible, y mantener las calorías hacia abajo (especialmente si el perro tiene sobrepeso).

El pronóstico puede ser favorable si se detecta la causa primaria, aunque en algunos casos puede persistir dependiendo de la etiología de la hiperlipoproteinemia.

REFERENCIAS:

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